sábado, 16 de marzo de 2013


A veces llega un punto en que tienes las cosas tan claras, que al final no sabes lo que quieres. Sabes que te gusta. Sabes que quieres algo serio con alguien. Y también sabes que él sería la persona perfecta, o al menos, eso piensas. Al principio sabes que no, que no va a ser bueno para ti y no te va a ayudar a conseguir lo que tu quieres: ser feliz. La primera vez, te haces caso a ti misma y pasas. Sabes que es lo que debes hacer. A la segunda... Ocurre. Flojeas un poco y empieza. Empiezan las largas conversaciones hasta tarde, las palabras bonitas, las canciones dedicadas que se convierten en las mas escuchadas de tu iPod, llamadas que recuerdas durante días, sonrisas sin motivo en cualquier momento... Ya esta, te gusta. Y en mi caso, gustar no es solo gustar. Te pasas el día pensando en él, la noche soñando con él, la tarde hablando con él, cualquier cosa te recuerda a él. Y sabes que por mucho que te diga, no es verdad. Lo dice porqué sabe que es lo que quieres escuchar. Sabe que al decirte eso, te hace sentir especial, segura, sabe que diciéndote cosas como "Te quiero" o "Me encantas" de vez en cuando, te enamorará en un tiempo, porqué sí, la mayoría somos así. Nos conformamos con unas pocas palabras bonitas que hacen que parezca todo mejor. Y aunque sepas que no lo dice de verdad, hace el mismo efecto en ti. Te ilusionas, te da esperanzas con que todo va a salir tal y como tú quieres y te imaginas en todo momento como serían las cosas con él. Pero al final, llegas a un momento en que no sabes que hacer. Te gusta, y ya es tarde para hacer como si nunca hubiese pasado nada. Pero también sabes que sigue sin ser bueno para ti por mucho que te guste, y que lo mejor sería dejar las cosas tal y como están antes de enamorarte de él para no pasarlo peor después. Pero no puedes, eres incapaz de decirle que ya ha sido suficiente, porqué sabes muy bien que no, que a ti te gustaría que nunca acabase y que fuese así para siempre. Y entonces no sabes que hacer, no sabes que pensar, no sabes nada, solo sabes, que le quieres.


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